LA PUBLICIDAD ELECTORAL, UN DOLOR DE CABEZA
Todavía hay publicidad electoral sin retirar en Cali
En Cali, menos de la mitad de la población apta para votar lo hizo. La participación electoral fue del 45,3 %, lo que equivale a 824.269 caleños. La contaminación masiva de la ciudad con propaganda electoral no logró motivar a la gente, pero lo que sí dejó fue una ciudad que terminó aún más sucia después del 29 de octubre.
La disputa
El nuevo alcalde de Cali es Alejandro Eder. Sin embargo, a pesar de la velocidad con la que otros hechos se vuelven tendencia pasajera, es difícil olvidar la disputa que finalizó el 29 de octubre de 2023. Es probable que al salir a la calle y caminar hasta el paradero del MIO, usted aún encuentre un cartel publicitario de algún candidato a la alcaldía, el concejo de Cali o la gobernación del Valle del Cauca. La contienda no sólo se dio en las urnas: los postes de alumbrado público, los contadores públicos, los puentes y demás estructuras públicas fueron copados por la publicidad electoral. A “El Chontico”, por ejemplo, no le importó empapelar gran parte de los postes del sur de la ciudad con hasta cuatro carteles en cada uno.
Las vallas publicitarias también fueron un lugar de disputa entre los candidatos. Según el geoportal del Departamento Administrativo de Planeación Municipal, en Cali hasta diciembre del 2023 habían 24 empresas de publicidad y 201 vallas habilitadas. Este tipo de instalaciones tienen su auge en las campañas electorales, dejan de vender algo y se transforman en uno de los mecanismos que candidatos y candidatas utilizan para conquistar adeptos. Según la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, el Decreto 589 del 24 de julio de 2023 expedido por la alcaldía como medida para regular la publicidad exterior visual, resuelve que cada partido político tiene la posibilidad de instalar máximo 20 vallas de gran formato. Sin embargo, al finalizar las elecciones regionales de 2023, algunos partidos incumplieron con este tope. Es el caso del partido Alianza Verde, que instaló 24 de estas vallas.
Contaminación del espacio
Desde 1973 se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Son múltiples las conferencias mundiales que se llevaron a cabo para visibilizar la problemática de la contaminación. Hace años dejó de ser un tema inexistente o menor para las políticas mundiales. Sin embargo, existe un tipo de contaminación que aún pasa desapercibida: la visual. Carmen Velandia definió la contaminación visual como "El impacto negativo en el entorno urbano que producen la acumulación de materia prima, productos, desechos y abandono de bienes en el entorno urbano; dentro de ésto se incluye el mal uso de la publicidad". Lo anterior se relaciona con lo que afirmó el diario El País de Cali dos semanas antes de las elecciones regionales 2023: "Cali está contaminada por la publicidad política".
El exalcalde Jorge Iván Ospina, un día después de las votaciones, comunicó a través de la red social X (https://twitter.com/JorgeIvanOspina/status/1719154133972754784) que los candidatos y candidatas debían retirar los carteles publicitarios que desplegaron por toda la ciudad, o de lo contrario se les impondría una multa. En noviembre de 2023, luego de una jornada de limpieza, el secretario de seguridad en ese momento, Jimmy Dranguet, anunció multas de más de $ 1.500.000 a los candidatos a la alcaldía que no retiraran la publicidad electoral.
Franceline Plaza Cerrato, abogada especialista en el control del espacio público, aclara que todos los municipios de Colombia expiden un decreto dos a tres meses antes de las elecciones. El decreto dicta los lineamientos sobre la publicidad política exterior visual y determina quién es el encargado de regular que se cumplan. En el caso de Cali, se expidió el Decreto 589 del 24 de julio de 2023 y la Secretaría de Control y Vigilancia le comunicó con antelación a todos los candidatos las normativas. Con esto se les aclara a las campañas cuándo pueden iniciar la publicidad electoral, cuándo retirarla, en qué sitios pueden ubicarla y en cuáles está prohibida. Esta entidad también se encarga de hacer controles a lo largo de la ciudad, desmontan publicidad irregular y entregan informes al Concejo Electoral Nacional en el que dan cuenta de la situación y las diferentes irregularidades que se han presentado. Así mismo, sugiere fortalecer el proceso con la comunidad, que tenga una base pedagógica para que aprendan sobre la publicidad y el espacio público y, sobre todo, que participen en el proceso de intervención para cuidar entre todos el espacio público.
Después de las elecciones
El panorama hoy, varios meses después de las elecciones, no ha cambiado a pesar de que el decreto ordena que los candidatos tienen 48 horas, posterior a las elecciones, para retirar todo tipo de publicidad electoral. Al caminar por las calles caleñas, puede verse en muchas estructuras del entorno urbano el cartel de un candidato sobre el cartel de otro candidato y, a la vez, estos dos sobre otro cartel de otro candidato. Publicidad electoral acumulada que nadie retira. Tal vez detrás de toda esta contaminación había pocas propuestas y ante la ausencia de ellas la comunicación quedó de lado y todo se redujo a ensuciar la ciudad.
El publicista Lobsang Salguero Barrera interpreta así el caso de Roberto Ortiz y su intención, aunque él niega su autoría, de ensuciar gran parte de los postes de alumbrado público del sur de la ciudad:
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Durante las pasadas elecciones regionales en Cali se apreciaron varias infracciones en cuanto al uso de la publicidad electoral. El decreto mencionado anteriormente hace hincapié en que está prohibida la publicidad electoral en puentes peatonales y vehiculares, centros educativos, deportivos y de salud, estructuras públicas como postes y contadores. Tampoco en buses de transporte público o especial, microbuses escolares, vehículos del mío, taxis, motocicletas y bicicletas. En la mayoría de esos sitios hubo y hay publicidad electoral. Además, se le exige a los candidatos que hagan mantenimiento de la publicidad electoral para que no deteriore la imagen de la ciudad. La normativa no aborda los carteles; hace referencia a las vallas y pendones, por lo cual los candidatos y sus grupos de campaña optan por pegar carteles por toda la ciudad y luego se desentienden de ellos.
El publicista Lobsang Salguero también se refiere a la pobreza gráfica y del mensaje de la publicidad electoral durante la pasada campaña electoral en Cali. La pobreza en la comunicación se evidencia en la estrategia de usar el mensaje “soy diferente”. Señala que la lógica que hay detrás de empapelar la ciudad es negativa para la sociedad; una cultura del traqueteo de Cali y del gamonalismo en el que las personas hacen las cosas porque quieren y pueden hacerlas, porque tienen dinero. Lo identifica como un proceso antiético en el que el interés del “yo” relega el interés de todos como comunidad. Se pregunta, "¿dónde queda la norma y el respeto por la gente y su ciudad?".
Un problema complejo
El 16 de octubre de 2023 el secretario de Seguridad y Justicia de Cali declaró en el periódico El País:
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Las medidas han resultado insuficientes para evitar que se incumplan las normativas y el personal encargado de retirar la publicidad no alcanza a cubrir la cantidad de casos, por eso hoy en día algunos sectores de la ciudad aún tienen propaganda electoral. Asimismo, deja much que desear que los candidatos no se preocupen por retirar la publicidad, pero sobre todo por vigilar que sus grupos de campaña y voluntarios cumplan con lo que señala el decreto.
Todo tipo de contaminación impacta en la salud de las personas y en el entorno donde se presenta. La contaminación visual, al igual que la sonora, incrementa en el transeúnte el estrés y la ansiedad, genera distracción y, en el caso de los conductores, puede generar una peligrosa distracción; también puede provocar dolor de cabeza, producir mal humor y sobreestimulación visual. A su vez, tiene consecuencias a nivel urbanístico: mal aspecto de los sitios, lo que termina afectando el sector turístico y aumenta el peligro de choques entre los transeúntes y los vehículos.
Para evitar la contaminación visual es necesario que la administración pública trabaje en la regulación de los elementos publicitarios. Por ejemplo, como muestra el artículo del 16 de octubre de 2023 en El País, el secretario de seguridad Jimmy Dranguet conoce y ha verificado múltiples casos de instalación de publicidad electoral que incumple las normas, pero las medidas que se toman no resultaron contundentes: la contaminación visual persiste y por momentos parece algo imposible de controlar. Parece que este resulta ser un tema menor y carente de importancia, porque no hay cifras al respecto, aunque también es cierto que puede ser complicado medirlo y, en muchas ocasiones, sus efectos negativos en la salud se pueden relacionar a otras problemáticas.
A la sucursal del cielo sólo le queda el paso del tiempo para cambiar de piel y los únicos aliados que tiene son el sol y el agua, aunque los carteles de publicidad electoral resisten mucho más que las propuestas de los candidatos a las elecciones regionales 2023 en Cali.
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